domingo, 30 de noviembre de 2008

Primera División Masculina - 7º Jornada

C.H. SAN FERNANDO 1 – UNIVERSIDAD DE SEVILLA 5
¡Chaparrón de Goles!
Los chicos del Uni consiguen cinco goles en Cádiz en un excelente partido. Ni un buen San Fernando, ni la fuerte lluvia, logran frenar el buen ritmo impuesto por este renovado equipo sevillano.

Crónica- JULIO SACALUGA - El Universidad de Sevilla confirma su mejoría y se reivindica con un excelente partido. Los chicos del Uni han logrado una importante victoria contra el San Fernando que les catapulta a la zona nople de la tabla. El conjunto masculino del Universidad, con sus cinco goles, ha realizado su mejor partido del campeonato hasta la fecha.

Ya lo advirtió el hombre del tiempo. Preparen sus paraguas. Así que cada cual viajó a San Fernando con sus prendas más abrigadas. Sus calentadores bajo las calzonas de jugar (algunas de curioso diseño como las de Carlos o Dani Alba), sus paraguas, sus chaquetones, y, sobretodo, esos parcas verdes tan peculiares. Sí, iba a llover. Iba a caer una buena. Lo que no se podía imaginar Rocío, la fan número uno de este equipo pero la segunda de este blog (gracias mami), era que la lluvia sería de goles. Hasta cinco tantos consiguieron los guerreros de la tribu bermejaleña, liderados por el explorador Gregory, el killer del área Jesu, y las suicidas subidas de un retornado Guti, el Último Mohicano.

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Pero no iba a ser tan fácil como el marcador pueda sugerir. No. Los del San Fernando plantaron cara al Universidad y tuvieron unas clarísimas ocasiones que tuvo que detener Marc, el Sheriff del área. El pasado sábado más sheriff que nunca tuvo que recurrir a paradas inverosimiles para mantener el empate a cero inicial. Un jugador gaditano se plantó sólo ante el catalán y, Uno, el Breakidance tuvo que ejecutar el bueno de Marc para evitar el tanto. Dos, el crusaito, y es que tanto la cruzó el delantero del San Fernando que se su disparo saldría muy desviado. Bueno, algunos aseguran que la desvió Marc con la mirada, por supuesto, es buen portero y buena gente, aunque catalán. Y tres, pero tres en el otra área, ya que la tercera fue una ocasión de Uni que no perdonaría el que marca siempre. Fue una gran jugada sevillana que mandaría al fondo del cajón local el Killer de la tribu, el más listo de la clase,como no, quien si no, Jesu Raya, la auténtica y genuína Rata de Amate, más rata que nunca ya con cinco goles en la liga.
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Así pues ya desde el inicio, el equipo que dirige Diego Cabeza, consciente de la importancia de estos dos puntos salió en tromba en busca de la victoria. Los delanteros sevillanos ejercieron una presión agobiante desde el primer minuto a la zaga gaditana que le daría sus frutos. Tras el gol de Jesu, los chicos del Uni no bajaron la intensidad y Dani Alba marcaría otro tanto tras recuperar una bola en el área. Enorme la Lapa de Amate que no sólo cumple en tareas defensivas, sino que además se está sumando con rabia y poderío al ataque. Dos partidos de Interior Izquierdo, y dos goles, tomen nota. Es la venganza del Club de las bravas. Menos diagonales, y más bravas reclama el graderío.
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Pero el San Fernando ya había avisado al incio del encuentro y acortaría distancia antes del descanso. Una jugada trenzada desde atrás pilló desprevenidos a los sevillanos que permitieron que llegara la bola a su línea de 22. Marc, detuvo el remate cañaillo en primera instancia, pero el rebote lo mandaría a la red Francisco de potente disparo. Un aviso. Cuando se descuida el equipo, la bola llega con facilidad al área de un Marc que siempre acaba sólo ante el peligro. Nada pudo hacer, salvo comerse el tanto gaditano con aroma del Burguer King cercano.
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El gol local obligó a los sevillanos a mantener el control del partido y proseguir con su dominio desde el comienzo de la segunda mitad. Tan sólo un susto del San Fernando obligaría a Marc a realizar otra gran estirada. Este aviso encorajinó al Universidad de Sevilla que realizaría su mejor juego, en unos minutos de brillante hockey ofensivo. Jesu Raya, en genial ejecución daría la victoria al Uni con el tercer tanto. A partir de ahí el Universidad se gustó y llegarían más goles.
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El cuarto, obra de Guti, el Ché, todo un auténtico suicida con subidas arriesgadas en las que se va a comprar y deja la puerta de casa abierta con la tele, el dvd, y su más valiosa posesión, su guitarra eléctrica a la vista para toda aquel que quiera entrar a robar. Pero a él le da igual Guti es un suicida siempre en busca del ataque, del gol, del concierto heavy total. Es un Gutikaze del área. En cuanto caiga un gol por su banda por un descuido suyo, la rabia y las sustituciones de Diego Cabeza caerán sobre él, pero no le importa. Es, sin duda alguna, el último mohicano, y como premio a tales conciertos, le llegaría la alegría de anotar el cuarto tanto tras buena jugada colectiva.
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Antes de finalizar el partido, habría tiempo para otra jugada curiosa de la noche. El bolazo a Juan. El hombre de las tres rodillas. Le falta otro bolazo más para que le den un lavavajillas. En Valencia el año pasado, vio las estrellas, en Santander la luna, y ayer en San Fernando se plantó delante de Manuel y dijo de aquí no me muevo. Plantó su pica delante de la bola. Se puso a cinco metros. Y lo consiguió. Bolazo. Le salió una nueva rodilla. Las lágrimas en sus ojos no eran de dolor. No. El lavavajillas está cada vez más cerca. Tanto años y aún no sabes golpear dijo mientras se retiraba valientemente al banquillo del que había salido tan sólo dos minutos antes. Glorioso retorno. Genial regalo de cumpleaños. Bravo.
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Pero el momento del que todos hablan, el gol que todos comentan, en la radio, en la tele, en los blogs, en el tuenti, en todos lados lo recuerdan. Ese gol, sería el quinto tanto del Uni, el último del encuentro, pero el de más bella factura. Aquellos que prefierieron ir al cine o a la playa, en lugar de a Bahía Sur se lamentan todavía. ¿Por qué? ¿Por qué? No se cansan de repetir. ¿Cómo puede perderme ese gol, ese cachito de historia del Hockey? Pues sí. Ellos se lo perdieron. Pero nosotros lo recordaremos aquí.
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En el último minuto del partido, cuando todo el pescado estaba ya vendido, y algunos aficionados ya se marchaban, y algún que otro jugador también, y ya se alejaban de campo para evitar el tráfico, entonces llegaría la obra maestra del choque. La magia. La alegría. El extasis. El quinto gol del Uni. Julio, el chamán de Moya, el bisnieto del Obispo, el creador del mejor blog de hockey hierba de la historia, alargaría su leyenda. Qué gran gol. El arte. Increíble. Oh. Julio, tras una gran pared con Guti, se adentró en el área, sentó al portero, gran guardamenta por cierto, lo derrumbó como todo un saco de papas, le amagó como amaga un padre cabrón a su bebé cuando le va a dar la papilla pero se la aleja de la boca, qué cabrones esos padres, y siguió hasta la línea de fondo, para casi sin ángulo, casi, no había ángulo de hecho, la geometría es una gran cabrona, pero da igua, sin ángulo, eldisparo simpático de Julio se estampó contra el portero para rebotar y marcar así uno de aquellos tantos tan hermosos como curiosos con los que acostumbraba en el Taburiente cuando jugaba con paquistaníes, holandeses, argentinos, japoneses y canarios. Ahora lo hace con sevillanos, cántabros, catalanes, franceses, belgas, trianeros, y además de ser muy feliz está integrado en el club de las bravas, en el de la ducha, pero no en el del dopping. Sois unos fatigas , no sois catalanes, pero buena gente. Más bravas y menos diagonales. En fin, al gol, a la magia del partido. Qué gol. Oh si nena. Qué gol. Fue en esos momentos cuando Pepe, el chófer, el gran y verdadero, el único, el inconfundible, el célebre Pepe el Trompeta, cuando sacó su instrumento y entonó la melodía de la victoria además de el Paquito Chocolatero. Ta ra ta ta rá. Y celebraron por todo lo alto el gran gol de Julio. Tara ta ta ta ta ra ra taaaaaaaaaaa. Si en lugar de querer pasarle la bola a Paco por la misma línea de gol, hubiera tirado a puerta queriendo, y no hubiera rebotado en el portero, habría sido sin duda alguna la puta hostia, un mágnifico gol y un gran regalo para dedicar a otro cumpleañero mágico Mariano que finalmente se quedó en Sevilla. Da igual Escuchen a Pepe el Trompeta. Alegría.
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En fin. Esta contundente victoria del Uni a domicilio, es un golpe en la mesa que permite a los sevillanos rectificar las dos derrotas pasadas y afianzarse en la zona alta de la tabla. Así mismo, además de recibir tan solamente un gol en dos encuentros, ha materializado diez tantos en estos últimos dos partidos. Ocho de los diez últimos tantos, obra de integrantes del mítico club de las bravas.
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Alineaciones: C.H. SAN FERNANDO: Adrian; Daniel, Francisco, Víctor, Juan; Alberto, Antonio, Yvo, Jorge; Benjamín y Rubén. También jugaron: Manuel, Juan, Sergio y Jose.


UNIVERSIDAD DE SEVILLA: Marc; Alejandro, Vicente, Guti, Dani Oliveros; Gregory, Jesús Soltero, Dani Alba; Jesu Raya, Marti y Emilio. También jugaron: Carlos Pérez, Julio, Paco, Juan y David.
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Goles: 0 –1 : Jesu Raya, min.5 ; 0-2 : Dani Alba, min 21. 1–2: Francisco, min.23; 1-3: Jesu Raya, min 50. 1-4: Guti, min 53. 1-5: Julio, min 69.
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Árbitros: Hueltes y Algar (Andaluces)

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Grande Vicente

Grande Vicente
Vicente es todo un muro infranqueable en la banda derecha